martes, 26 de febrero de 2008

De Alejandría a Google Books

La mayor obsesión libresca a punto de ser realidad: una monstruosa
biblioteca virtual que contenga todo el conocimiento universal.

Por Maribel de Paz

(CARETAS, 31 Oct.07) - Kevin Kelly. Vapuleado por muchos, aplaudido
por tantos otros, Kelly es el hombre que, en su insaciable afán por
descifrar a dónde nos lleva el frenético avance tecnológico (fue
editor en jefe de la prestigiosa revista Wired), ahora forma parte del
creciente ejército de luminarias que enarbolan la bandera de la
paciencia.

Kelly, también, es partidario convicto y confeso del proyecto de una
biblioteca digital universal de libre acceso (la Forever Library), en
la que se pueda encontrar todos y cada uno de los textos publicados
desde el origen de la escritura. Y también, claro, archivos de audio y
video, mapas, fotografías, partituras musicales, y un largo etcétera
de documentos.

El proyecto, que en poco tiempo dejaría de ser cosa del futuro, acaba
de empezar a desarrollarse con fuerza por Google, de los
estadounidenses Sergey Brin y Larry Page, quienes en 2004 anunciaron
su inaudito plan de "organizar toda la información del mundo". Por lo
pronto, Brin y Page ya firmaron acuerdos con la Biblioteca Pública de
Nueva York y las universidades de Harvard, Oxford, Stanford y Michigan
para escanear sus colecciones. Solo en este último caso, Google planea
digitalizar siete millones de volúmenes en un plazo no mayor de seis
años.

No se trata, sin embargo, de un esfuerzo aislado. La Unión Europea
acaba de dar un paso más para la creación del proyecto MultiMatch, una
megabiblioteca digital que reúna todo el patrimonio cultural europeo a
un clic de distancia. Igualmente, la Biblioteca del Congreso de EE.UU.
viene desarrollando la World Digital Library. Esta funcionará en siete
idiomas e incluirá todo tipo de documentos raros provenientes de
bibliotecas e instituciones culturales del mundo entero. Un prototipo
acaba de ser presentado a mediados de octubre en París, con el aporte
de tres millones de dólares por parte de Google.

Sin ir muy lejos, en el Perú, María Luisa Thornberry, gerente del
proyecto Biblioteca Digital Andina (BDA), de la Comunidad Andina de
Naciones, se suma al grupo de entusiastas (ver pág. 72). La BDA no
tendrá los once millones de documentos con que cuenta la Biblioteca
Digital del Congreso de EE.UU., pero está a punto de implementar un
nuevo sistema que le permitirá ampliar su oferta de mil volúmenes
(entre incunables, literatura infantil y textos sobre integración y
biodiversidad), a cerca de cinco mil para el 2008. Preservación del
patrimonio cultural andino y libre acceso al mismo son algunas de sus
metas porque, como bien sabe Thornberry: "Hoy día, la información lo
es todo". Y junto a la BDA, la Biblioteca Nacional, a cargo de Hugo
Neira, también está a punto de concretar la digitalización de su
acervo con el aporte económico de Japón. Así, la biblioteca del futuro
podría ser pronto cosa del pasado. Todo, con una palabra clave en
mente: preservar.

Kevin Kelly, sin embargo, va mucho más allá, y ya tiene planeada la
elaboración del libro perfecto para su Forever Library, el Forever
Book. Este libro infinito sería una especie de manual en el que todo
el conocimiento del planeta tendría lugar y que, en última instancia,
constituiría un práctico kit para refundar la civilización misma.
Aunque quizá lo verdaderamente interesante no sea un libro que permita
refundar una civilización que a veces parece confundirse con la
barbarie misma, sino una que haga honor al nombre.

Paciencia, sin embargo, es lo que Kelly y la organización a la que
pertenece, la Long Now Foundation, busca promover. Paciencia para
leer, crear y hasta para pensar. En última instancia, paciencia para
vivir mejor. Según los académicos Hal Varian y Peter Lyman, solo el
año 2003 la producción total de información nueva producida en el
mundo alcanzó los 3.5 exabytes. ¿Cuánto es eso? 37 000 veces más
información que la contenida en la Biblioteca del Congreso de EE.UU.
¿Y cuánto es eso? Probablemente demasiado, y el tiempo corre. Allá él.

Fuente: BIBLIOS: Boletín

viernes, 22 de febrero de 2008

La Biblioteca del Congreso de EEUU se une a la biblioteca en línea

La mayor biblioteca del mundo, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, se ha unido a la UNESCO y a bibliotecas de todo el mundo en un ambicioso proyecto para digitalizar material cultural invaluable y ponerlo a disposición en internet.

"Cuando se lance la Biblioteca Mundial Digital, que esperamos sea a fines de 2008 o inicios de 2009, si usted tiene una computadora podrá unirse a la mayor biblioteca del mundo", dijo el portavoz de la Biblioteca del Congreso, Guy Lamolinara, a AFP.

"Ser miembro será gratuito y la descarga será gratuita. Trabajaremos con material de dominio público para no tener problemas de derecho de autor", indicó.

La Biblioteca Mundial Digital es una creación del bibliotecario del Congreso James Billington, que esperaba esta semana en París el lanzamiento de un prototipo de sitio 'web' para el proyecto.

"Propuso por primera vez esta idea a la UNESCO en junio de 2005. Lo que Billington quería hacer es unir a los países para que aporten sus materiales culturales a una empresa global donde serían accesibles todos en un mismo lugar y en múltiples lenguas", dijo Lamolinara.

La Biblioteca del Congreso ya tiene más de 11 millones de ítems de su biblioteca disponibles en internet.

La nueva biblioteca http://www.worlddigitallibrary.org/ será enteramente independiente del sitio 'web' de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Las bibliotecas nacionales de Brasil, Egipto, Francia y Rusia ya se han sumado al proyecto.

Fuente: http://afp.google. com/article/ ALeqM5gTZn07r9oO t47HCAndx1prbtHT KA

lunes, 18 de febrero de 2008

La biblioteca de Francia digitalizara 300.000 ejemplares

l presidente de la Biblioteca Nacional de Francia (BNF) , Bruno
Racine, presentó hoy el programa de recolección, digitalizació n y
conservación de 300 mil libros por un costo global de 37 millones de
dólares en tres años, con vistas a la futura Biblioteca Digital
Europea (BDE).

El plan prevé la consulta de los documentos digitalizados con
respeto a los derechos de autores y editores, para lo que la BNF ha
llegado a un acuerdo jurídico y económico con los representantes del
mundo editorial.

El Estado francés costeará la financiación de este proyecto, que "no
tiene equivalente en Europa", subrayó Racine.
Las obras patrimoniales, libres de derechos, podrán consultarse
gratuitamente, mientras que el acceso a las otras será de pago, lo
que permitirá salvar ese "gran reto".

El prototipo del dispositivo será presentado en el próximo Salón del
Libro de París, en marzo del año próximo, indicó.
Racine destacó, igualmente, como "crucial" la cuestión de la
perennidad de los datos.

En diez años la BNF recogió 10 mil millones de documentos en
internet, a los que hay que sumar los 300 mil que piensa digitalizar
en los próximos tres años con vistas a la BDE.
Por ello, consideró que hay que "constituir un almacén digital
inteligente, un sistema de conservación que garantice su perennidad"
y que tenga en cuenta los eventuales cambios de formatos.

Frente a la aceleración del crecimiento de las colecciones digitales, Racine destacó que la BNF trabaja con el Sistema de Preservación de Archivado Repartido (SPAR), que es "una verdadera
tienda digital" que permite hacer copias múltiples y garantiza la vigilancia continua del estado de los ficheros.

Entre los objetivos de la Biblioteca que dirige, citó el de encontrar una coordinación a escala nacional de los programas de digitalizació n, para lograr una definición común de las prioridades.
Racine anunció, igualmente, que entre 2009 y 2014 se realizarán los trabajos de rehabilitació n en la sede histórica de la BNF, situada en la calle Richelieu, que alberga 20 millones de documentos y que sólo cerrará parcialmente durante esos años.


Fuente: El Universal
http://www.eluniver sal.com.mx/ notas/461043. html

miércoles, 13 de febrero de 2008

Buscarse en la Web, esa nueva manía

Por Evangelina Himitian

La propuesta nació del aburrimiento, cuando el cumpleaños de Julián empezaba a ser monótono. A alguien, entonces, se le ocurrió teclear en Google los nombres de los invitados. Los resultados obtenidos en el poderoso motor de búsqueda, que procesa consultas de más de 195 millones de usuarios por día, animaron lo que quedaba de la fiesta.

Julián encontró que había más de 10 páginas con su nombre, pero no todas tenían que ver con él. Tenía un homónimo en Costa Rica, un alter ego que quizás en ese preciso instante se buscaba a él mismo en la Web y encontraba iguales resultados.

“El vanity search o egosurfing es una tendencia que viene creciendo desde hace un año”, confirmó a LA NACION el director de Asuntos Públicos para América latina de Google, Alberto Arebalos. Cada día tiene que responder dos correos de personas que se buscaron a sí mismas en Google, y están en desacuerdo con los datos que encontraron. "Por lo general, denuncian que son falsos y reclaman que sean dados de baja de las páginas", explica Arebalos, responsable de la relación con los usuarios del motor que concentra más de las dos terceras partes (64%) de las búsquedas que se hacen en todo el planeta, según datos del mercado de mayo último de la consultora de análisis online comScore Networks. Algo similar ocurre en Yahoo, que recibe el 21% de las búsquedas y en MNS de Microsoft, con el 9,2%, según la misma fuente.

Sin embargo, bajar contenidos que aparecen en internet no es un procedimiento que puedan realizar los buscadores. "Personalmente contesto los mails y explico que nosotros no subimos contenidos a la Red, sino que ofrecemos la posibilidad de buscarlos y encontrarlos. Si no están de acuerdo con esos contenidos, deben conectarse con los responsables de esa página y denunciarlo, pero no hay nada que nosotros podamos hacer", detalla Arebalos.

De todas maneras, las consultas que reciben sirven a la gente de Google como indicador de una tendencia que viene aumentando desde hace aproximadamente un año.

Ocurre que buena parte de las miles de millones de preguntas que los usuarios le hacen diariamente a Google se refieren a datos personales públicos, propios o de terceros. "Sin embargo, hay que aclarar que toda la información personal que puede arrojar una búsqueda figura en páginas de acceso público. Nosotros no tenemos bases de datos personales, algo que es contra la ley", explica Arebalos.

Espejito, espejito

Como si se tratara de aquel espejo mágico al que la madrastra de Blancanieves preguntaba cada mañana: "¿Quién es la más bella del reino?", miles de usuarios de Internet se asoman a diario a ese abismo virtual para recibir el halago del reconocimiento de los logros obtenidos, o simplemente comprobar hasta dónde llega su fama.

" Vanity search es una manera de saber qué se dice de uno por ahí o cuál será la biografía aleatoria que pueda armar sobre nosotros cualquiera que nos busque en Internet", apunta Arebalos.

Agustina, de 24 años, no es de las más mencionadas en la Web entre aquellos que llevan su mismo apellido. Es más: su autobúsqueda arrojó que su prima es mucho más famosa que ella, o bien que participa más en foros. Es uno de los 15 millones de usuarios de Internet que hay en el país y se inscribe dentro de ese 80 por ciento que utiliza buscadores cada vez que se conecta, según explica Martín Maslo, director de la agencia de marketing online Resultics.

"Cada tanto me busco... Me da un poco de pudor decirlo, pero lo hago para ver qué aparece. También «googleo»a otros, por ejemplo, antes de salir con un chico. O si una persona me gusta, quiero saber todo, más allá de lo que me cuente o lo que digan sus amigos", dijo Agustina, que estudia relaciones públicas.

Según explica, para los chicos de su edad no existe la vida sin los buscadores. Sin embargo, tampoco para algunos de sus profesores.

Leticia Márquez es docente en una facultad de periodismo y antes de aprobar o desaprobar a sus alumnos chequea en Internet que efectivamente los textos sean de autoría propia. "Busco frases clave, que enseguida saltan si fueron copiadas. Mis alumnos tienen una herramienta muy poderosa para hacer sus trabajos, que es la Web. Pero yo también para corregirlos" , se jacta. Según contó, más de una vez se encontró con la desagradable sorpresa del "periodismo copypaste " y eso implicó más de un aplazo.

María Laura dice que googlear es una práctica que aplica a la hora de pasar un presupuesto. Tiene una editorial y antes de ponerle precio a un trabajo se informa bien de la capacidad de pago de su cliente. También, de si tiene que contratar a alguien. "Más allá del currículum, Internet habla de cada uno mucho más de lo que uno quisiera", apunta.

Hace unos días, Arebalo recibió un e-mail . Era de un argentino indignado, que denunciaba que aparecía en la web información privada que había intercambiado con un banco.

"El hombre había escrito su nombre en un buscador y decía que le habían aparecido e-mails personales publicados en la Web. Este señor tenía en su computadora una herramienta que se llama Google Desktop, que permite buscar en los contenidos de la propia computadora. Una función a la que sólo tiene acceso quien usa esa computadora. Sin embargo, como los resultados aparecen en formato de página web, este señor hizo una vanity search y creyó que el contenido de su máquina era público", contó Arebalos.

Arbol genealógico virtual

* (DyN).- Los mormones están embarcados en el ambicioso proyecto de construir el árbol genealógico de la humanidad, a fin de permitir que una persona rastree sus raíces en Internet mediante el acceso a una base de datos que en la actualidad cuenta con 6000 millones de nombres. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días -nombre de la institución religiosa mormona- presenta la iniciativa como "la colección más grande de la historia familiar" desde el sitio www.familysearch. org, donde los usuarios pueden buscar en forma gratuita la historia de sus antepasados.

Fuente: Diario La Nación
http://www.lanacion.com.ar/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=959364&origen=4ta&toi=-1&pid=3459099

domingo, 10 de febrero de 2008

La revancha de la letra Ñ

Es un dato aparentemente menor, pero muy importante. La letra "ñ" acaba de ingresar a Internet, en el marco de la admisión de los nuevos dominios multilingües que serán reconocidos por la Red.

Revelador resulta que la presentación de este avance se haya realizado en la Real Academia Española de la Lengua, en Madrid, en una ceremonia que reunió a las máximas autoridades del gobierno hispano, a los directores de las academias de las lenguas que se hablan en la península ibérica –catalán, gallego, euskera– y, sobre todo, a los presidentes de las 20 academias americanas de la Lengua Española.

El español es el idioma más estudiado del mundo después del inglés. Asimismo, es una de las lenguas maternas más difundidas en Occidente: la hablan 500 millones de personas.

Esta masa humana representa un inmenso reservorio de energías, que aporta todos los días al ejercicio del idioma un caudal de vocablos y expresiones que lo tienen en constante movimiento y expansión.

La vitalidad de una lengua es síntoma de la vitalidad de una cultura y de la exigencia explícita o implícita que ésta manifiesta en el campo de las relaciones internacionales, por ser reconocida y ocupar un lugar singularizado. Esta pretensión por lo general se ha visto contrariada por los grandes focos del poder mundial.

Como secuela de esto último, hasta hace muy poco tiempo la eñe estaba de contrabando en el ciberespacio. Se habló, en su momento, incluso de expulsarla del alfabeto, para simplificar los teclados de las computadoras. De hecho, aunque los teclados latinoamericanos y españoles incluyen a la eñe, era imposible registrar un dominio en Internet que admitiera esa letra. Ello originaba una serie de equívocos, entre patéticos e irritantes, que imponían reemplazarla con "io", "ia", "ie", etcétera, o directamente suprimirla.

Don Álvar Núñez Cabeza de Vaca habría de llamarse Álvar Núniez o Álvar Nunes Cabeza de Vaca; para no hablar de otras palabras en las cuales la supresión de la fonética designada por la eñe genera vocablos que, en determinado contexto, pueden ofender al buen gusto...

Los signos gráficos como la "ñ", la "ç", la diéresis, la elle o doble ele, serán reconocidos de aquí en adelante en Internet. Es un paso que contribuye a democratizar aun más a la Red, institución paradójicamente no instituida, impalpable, flexible, dúctil y a menudo anárquica, que está modificando el mundo a una velocidad inusitada, erigiéndose en lo que con toda probabilidad sea la revolución más sorprendente producida desde la invención de la imprenta.

El nuevo mundo digital está en vías de generar una nueva civilización. La comunicación instantánea, fluida, aérea, está cambiando la cultura y, aunque este remolino –o, mejor dicho, este maremoto– tiene sus pros y sus contras, es un hecho en apariencia irreversible.

Sus potencialidades positivas (en especial en lo referido a tornar imposible la instalación de una censura absoluta y a ofrecer un campo inagotable para la indagación y las sorpresas) son muchas más, a nuestro entender, que las negativas.

El avance del español en ese ámbito hasta aquí dominado de manera prioritaria por el inglés es una forma de mantener una presencia específica de las culturas singulares frente al abrazo de oso que supone la masificación de los medios de comunicación controlados por el pensamiento hegemónico.

No se puede perder el tren de la sociedad del conocimiento. En la medida que se maneje la tecnología, y la informática se aproveche para establecer un trato fluido entre quienes desean escapar a las distorsiones del sistema, la vitalidad cultural seguirá siendo posible.
El desembarco de la eñe en Internet implica la manifestación de una originalidad que debe mantenerse, incluso para mejor receptar los influjos externos y el inevitable sincretismo hacia el cual derivan las sociedades modernas. La afirmación del español es una forma de sostenernos en pie en medio de la marea.

Fuente: Diario La Voz del Interior

miércoles, 6 de febrero de 2008

Biblioteca virtual con libros reales

Por Claudio Barros

La idea de navegar por Internet para encontrar gente con gustos similares a los propios fue, básicamente, uno de los motores de su crecimiento. Curiosamente también se volvió una red para contactarse con el que vive cerca de nosotros pero que de otra forma no llegaríamos a conocer.

Con estas premisas, el chat, los mensajes o el mail cobraron fuerzas y dejaron de ser ajenos a la sociedad. Utilizando los mismos principios nació en Mendoza Babelteca, una biblioteca comunitaria virtual que busca combinar el intercambio de material cultural a la par que fomenta el encuentro real de personas que se conocen el mundo virtual. “Es 100% un hobby pero también es un experimento social.

Apunta a un tejido social que se deshace cada vez más, en el que los encuentros entre las personas se pierden”, define Roberto Meyer (35), quien trabaja en informática y creó el sitio. El métodoEl sistema consiste en ingresar a la página, registrarse y ofrecer al menos tres libros, discos o películas para intercambiar con otros usuarios.

En el sitio no se aceptan copias digitales de libros ni tampoco se comercializa ninguno de los formatos. “Es un préstamo entre dos o más personas basados en las ganas y la confianza”, explica Meyer. Hasta el momento el sitio registra 28 usuarios, 85 libros, 4 videos y 13 discos. El proyecto recién nace y entra ahora en la etapa de difusión. Para eso ya está en marcha la elaboración de señaladores para dejar en librerías y repartir a la gente, además de intentar que pase por el boca a boca. Cara a caraRomper con la frialdad virtual es la idea, pero aún no se prueba en lo concreto.

Prestar un libro es una excusa para el verdadero objetivo y próximo paso, que es armar una comunidad de usuarios que además de poseer gustos similares, tengan rostro y presencia más allá del nick de usuario. No hay restricciones temáticas y hay libertad de prestar a quien y cuando se quiera.

El principal objetivo de Babelteca es estrechar los lazos entre la gente y para eso se apuesta a que haya reuniones mensuales de los usuarios del sitio. “Creo que verle la cara a alguien hace que sea diferente la relación que podés establecer con esa persona, no es lo mismo que mantener el vínculo por Internet”, dice su creador.

Otra de las ideas a futuro es poder asociarse a las librerías de usados de Mendoza y evitar la recorrida, a veces infructuosa, para los que buscan algún ejemplar en especial. “Si alguien realiza una consulta por Internet, su pedido puede ser enviado a las librerías y si alguna tiene lo que una persona busca, se le notifica y va al lugar a comprar directamente” , sostiene Meyer.

La aldea global

El libro corre con ventaja en el mundo virtual aún cuando parece que su uso está fuera de moda. La expresión escrita, a diferencia de la música o las películas, es una producción que difícilmente podemos disfrutar desde la pantalla de la computadora. Por esta razón es que en el sitio, la mayoría de la oferta es de libros y se vuelve un préstamo de un objeto real en la que su búsqueda se capitaliza en el mundo virtual. Este proyecto es inédito en el país y toma como base sitios similares que funcionan en otros países. Pero ¿cómo garantizar la devolución de lo que se presta? “No hay garantía, es una cuestión de confianza y el paliativo son las reuniones y la calificación como usuario”, responde Roberto Meyer.

El sistema de confianza también prevé que si hay abuso en la no devolución de material que se presta, se puede cambiar el sistema y funcionar solamente aceptando nuevos usuarios que se darán de alta porque acceden a través de recomendaciones de conocidos. “Es un sistema muy local y ojalá se replique a otros lugares. También se puede armar un sitio para alguna zona en particular ya que no creo que alguien de San Rafael se venga a Mendoza a buscar un libro”, señala el creador.http://www.babeltec a.com.ar/

Fuente: Diario Los Andes

domingo, 3 de febrero de 2008

La gran biblioteca digital del saber humano

John Ward Anderson.
next@clarin. com

Digitalizar el saber acumulado de la humanidad, catalogarlo y ofrecerlo gratis en siete idiomas en Internet? La primera etapa de ese sueño, a la vez simple y ambicioso, comenzará en un año, según un grupo internacional de bibliotecarios, técnicos en informática y funcionarios de la ONU que hace dos semanas dieron a conocer en París un prototipo del proyect. Su nombre: Biblioteca Digital Mundial (WDL).

Sus creadores lo consideran la máxima herramienta multicultural y multilingüe para investigar y obtener información sobre el saber y la creatividad de cualquier era o lugar. El sitio web de la WDL (www.worlddigitallib rary.org) proporcionará acceso a documentos, películas, mapas, fotos, manuscritos, grabaciones y partituras musicales, planos arquitectónicos y otros recursos a través de una serie de métodos de búsqueda.

"La capacidad de buscar de las diversas formas en que será posible en la Biblioteca Digital Mundial impulsará todo tipo de perspectivas multiculturales" , declaró James H. Billington, el bibliotecario del Congreso que propuso el proyecto hace dos años.

"En esencia, lo que hacemos es construir una catedral intelectual que tal vez nunca se termine", dijo Paul Saffo, un analista de tecnología de Silicon Valley. "Se trata de un esfuerzo loable, incluso si fracasa, porque va a inspirar toda otra serie de intentos, mientras que si tiene éxito va a ser un recurso maravilloso. "

El prototipo que se presentó permite hacer búsquedas por tiempo, ubicación geográfica, tema y formato, y tiene la capacidad de reducir los resultados limitándolos a libros, fotografías, películas o grabaciones. En cuando a los materiales escritos, estarán disponible en siete idiomas y los análisis especializados de los "curadores" del sitio se tradujeron o subtitularon.

"Si se quiere entender y respetar otras culturas, hay que poder acceder a los materiales de las mismas en su propia lengua", afirmó Ismail Serageldin, el director de la Biblioteca Alejandrina de Egipto, que es uno de los socios del proyecto. Un objetivo clave de la WDL es que el sitio sea de fácil acceso y utilización para los usuarios, señaló, a los efectos de contribuir a eliminar la brecha digital entre países pobres y ricos.

Las diferentes técnicas de búsqueda permiten que un usuario obtenga información de determinados años y países, de modo tal que, además de poder examinar el saber del mundo en el siglo XV, por ejemplo, pueda también limitar su búsqueda a un tema, como el arte egipcio y chino del siglo III A.C. De la misma forma, se podría especificar un tema, como por ejemplo sólo fotografías de Nueva York y París de la década de 1920.

Según Billington, "es un intento de tomar los documentos fundamentales que definen una cultura y hacerlos interactivos con otras". El desarrollo de la WDL está a cargo del Programa Nacional de Biblioteca Digital de la Biblioteca del Congreso, que se creó a mediados de los años 90.

El órgano del programa es el sitio web American Memory (www.memory.loc. gov), que ofrece once millones de archivos digitales de documentos históricos de los Estados Unidos, desde la Declaración de la Independencia y fotografías de la Guerra de Secesión hasta las primeras películas de Thomas Edison y grabaciones de entrevistas con ex esclavos.

Billington agregó que los Estados Unidos ofrecen su experiencia en la creación de American Memory como guía para contribuir a que los otros 190 países de la UNESCO exploren y organicen un archivo digital de su propia memoria cultural y nacional para la WDL. Se podrá acceder al sitio en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas: inglés, francés, castellano, chino, ruso y árabe, además del portugués.

La WDL empezará a ofrecer contenidos en su sitio a fines de 2008 o principios de 2009, dijo Billington, y tendrá la capacidad de "crecer con rapidez" a medida que los países digitalicen sus archivos y brinden acceso a ellos.

El material de la Biblioteca del Congreso, que comprende millones de elementos de todo el mundo, será la columna vertebral de la colección inicial de la WDL, junto con otros contenidos digitales proporcionados por otras seis bibliotecas, entre ellas las nacionales del Brasil, Egipto y Rusia.

El costo de American Memory fue de us$60 millones, 45 de los cuales procedieron de auspiciantes privados. Los funcionarios de la WDL no pudieron hacer una estimación del costo total de la creación del sitio, pero esperan que buena parte de los fondos salga de fuentes privadas. Google aportó us$3 millones para el lanzamiento del proyecto y el desarrollo del prototipo.

Traducción de Joaquín Ibarburu.

Fuente: Diario Clarín
http://www.clarin. com/suplementos/ informatica/ 2007/10/31/ f-01529852. htm