martes, 10 de junio de 2008

Conan: el bibliotecario

Espero que se diviertan, está muy bueno ver con humor nuestra profesión.

jueves, 5 de junio de 2008

Declaración de Salamanca (España-Portugal)

Las representantes de los centros y departamentos universitarios de Información y Documentación de España y Portugal, reunidos en la Universidad de Salamanca los días 5, 6 y 7 de mayo de 2008 con motivo de la celebración del III Encuentro de Docentes e Investigadores en Información y Documentación, tomando como modelo la "Declaración de Huelva", acordada por las Conferencias de Rectores de las Universidades portuguesas y españolas el 11 de abril de 2008 y reconociendo la heterogeneidad de los sistemas universitarios, pero partiendo de una voluntad inequívoca de colaboración y cooperación, más allá de la suma de iniciativas bilaterales particulares,

Acuerdan

1. Valorar positivamente el trabajo que se viene realizando en conjunto, reconocer la importancia de las reuniones del Grupo Regional Ibérico de EDIBCIC (Asociación de Educación e Investigación en Bibliotecologí a, Archivología, Ciencias de la Información y Documentación de Iberoamérica y el Caribe), celebradas en las universidades de Salamanca (2005), Porto (2006) y Salamanca (2008).


2. Promover el "Espacio Ibérico del Conocimiento en Información y Documentación" , a partir de experiencias ya realizadas entre universidades de ambos países, para el desarrollo de la investigación científica, la movilidad de la comunidad universitaria, la estructuració n de programas de grado y postgrado, atraer la colaboración de entidades de investigación, el desarrollo de plataformas temáticas y la elaboración de proyectos conjuntos entre universidades portuguesas y españolas en el ámbito de la Información y Documentación.

3. Establecer, de forma decidida e institucional, reuniones conjuntas periódicas entre docentes e investigadores en Información y Documentación de ambos países para, en el marco de la construcción del Espacio Europeo de la Educación Superior, establecer proyectos concretos de cooperación e intercambios mutuos que redunden en beneficio de toda la comunidad universitaria y profesional.


4. Concretar Programas Ibéricos de Doctorado, basados en propuestas presentadas por universidades españolas y portuguesas, con direcciones científicas compartidas, con estancias obligatorias del doctorando en las universidades de destino por el período de un curso académico, con una comisión mixta de evaluación y con titulación conjunta.


5. Promover el desarrollo de líneas y redes de investigación conjuntas, de acuerdo con las áreas a las que se dedican las distintas facultades. Impulsar entre las universidades "Programas de cooperación" en el ámbito de la investigación emergente con estancias para estudios de post-doctorado e investigadores noveles y fomentar la movilidad del profesorado con el desarrollo de docencia en la universidad de destino.


6. Impulsar y favorecer la realización de "dobles titulaciones" de grado y de posgrado, fomentando la firma de convenios interuniversitarios como el recientemente firmado por las universidades de Coimbra y Salamanca. Además, en el caso de cursar un total de 300 créditos, en el marco de la legislación vigente, facilitar el reconocimiento mutuo de grado y máster.


7. Promover la creación de una red de investigadores portugueses y españoles en Información y Documentación que favorezca la comunicación y el conocimiento de las áreas y temas de investigación. Esta tarea puede ser realizada por el Grupo Regional Ibérico de EDIBCIC con el apoyo de las universidades españolas y portuguesas que imparten titulaciones de Información y Documentación.


8. Impulsar estudios que permitan conocer las características del mercado laboral en Información y Documentación en España y Portugal, especialmente las competencias demandadas por los empleadores a los titulados universitarios. Asimismo, se considera conveniente la cooperación en acciones de difusión y promoción de los perfiles profesionales de los titulados en Información y Documentación en el conjunto de la sociedad.


9. Promover y apoyar el desarrollo de iniciativas que permitan reunir y divulgar la producción científica en Información y Documentación de ambos países, promoviendo la comunicación entre investigadores.


10. Apoyar las iniciativas y participar activamente en la creación del "Espacio Iberoamericano del Conocimiento en Información y Documentación" .


Finalmente, se decide establecer grupos de trabajo y realizar las reuniones de trabajo necesarias para la puesta en marcha de estos acuerdos a fin de seguir profundizando en estos ámbitos de cooperación.

Fuente: Lista Documentalista

lunes, 2 de junio de 2008

Un ejemplo para no seguir


"Como en un thriller de Umberto Eco", comentó el diario "Politiken" de Copenhague, Dinamarca, luego de que se destapara un robo "hormiga" sin precedentes. Miles de libros de valor incalculable habían sido sustraídos de la Biblioteca Real Nacional en la capital danesa. Pasaron nada menos que 30 años sin ningún indicio sobre la desaparición de unas 3.200 piezas, entre ellas manuscritos del filósofo Immanuel Kant y varios atlas del siglo XV, pero el afán de lujo de la viuda alemana de un bibliotecario y sus hijos daneses aportó de repente claridad sobre un caso que parecía perdido.

La mujer y otros tres sospechosos están en prisión, luego de que en septiembre la prestigiosa casa de subastas londinense Christie's (http://www.clarin. com/redirect. html?url= http://www. christies. com) llamara a Copenhague para averiguar si algunos de los libros antiguos que se le habían ofrecido por tres millones de coronas (547.000 dólares) provenían de la Biblioteca Nacional danesa. Desde entonces, para los investigadores todo fue un juego de niños. En casa de la oferente, al norte de Copenhague, la policía encontró sin grandes esfuerzos 1.650 libros en 74 cajas de mudanzas: la mitad de las piezas desaparecidas desde hace más de un cuarto de siglo.

No se necesitó investigar mucho. El único ladrón pudo haber sido el esposo de la oferente, que entre 1960 y 1970 trabajó en la biblioteca como especialista en temas orientales. Consternados, los periodistas daneses calcularon que el hombre, considerado respetable, sincero, intachable y simpático por sus colegas, se llevó al menos un libro valioso por día durante diez años. En la selección de las obras aplicó un criterio claro: dinero. En aquel entonces, para disgusto del personal, se sospechó de todo elmundo, pero nunca del verdadero ladrón.

"De acuerdo con los valores actuales, el botín cotiza entre 150 y 300 millones de coronas (25 y 50millones de dólares), comentó el jefe de la biblioteca", Erland Kolding Nielsen que contó que entre los textos desaparecidos, hasta entonces apenas asegurados contra robos, se contaban las primeras ediciones de Martín Lutero y de los astrónomos Johannes Kepler y Tycho Brahe, entre otras reliquias.

El ladrón tuvo los nervios suficientes de guardar su botín durante casi 20 años, antes de ofrecer al mercado los primeros libros poco antes de su muerte. La policía sólo fijó su atención en ese hecho cuando la viuda alemana, su hijo, su nuera y un conocido se dirigieron con la mercancía directamente a Christie's.

"Eso fue incomprensiblemente tonto", dijo asombrado el rematador danés Sebastian Hague Lerche en declaraciones a "Politiken".

Queda por averiguar si el fallecido actuó solo o tuvo cómplices. La policía encontró también algunos textos robados en casa de un amigo de la viuda en Alemania, y hasta se habló de una posible mafia especializada en libros. "Politiken" marcó una importante diferencia entre la historia real ocurrida en Copenhague y la inventada de "El nombre de la rosa" del italiano Eco, en la que también se trata de robos misteriosos de libros en la biblioteca de un monasterio: "A fines de la Edad Media los robos ocurrían porque los libros eran considerados peligrosos, en el caso del ladrón de Copenhague, en cambio, eran terriblemente valiosos".
Justificar a ambos lados
Fuente: DPA

viernes, 30 de mayo de 2008

El vicepresidente de Google insta a seguir usando "la biblioteca real"


El vicepresidente de Google insta a seguir usando "la biblioteca real" porque "internet no lo da todo" Vinton Cerf imparte una clase en Zaragoza, donde mañana será investido doctor honoris causa

El vicepresidente de Google, Vinton Gray Cerf, ha manifestado hoy que se debe seguir buscando la información en "la biblioteca real" ya que "internet no lo proporciona todo", durante una clase magistral en el Centro Politécnico Superior de la Universidad de Zaragoza.


Considerado uno de los padres de internet, Cerf ha comparado la red con un trozo de papel en el que "cualquiera puede escribir" pero que este, "por ahora", no distingue si lo que se pone es cierto o no.


El directivo de Google, que mañana será investido doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza, ha declarado que internet satisface las curiosidades de los ciudadanos pero que, sin embargo, no es la fuente más fiable, por lo que ha dicho que "el antídoto para la mala información es contrastarla y buscar más".


Gray Cerf, de 65 años y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha hecho un llamamiento a los profesores que se quejan de que sus alumnos se conectan a internet para que les inviten a comprobar si la información a la que acceden es buena o no.


Según el vicepresidente de la compañía informática, los estudiantes se verán obligados a consultar otras páginas web y "puede que tengan que ir a la biblioteca real, para comprobar y analizar la información y, posiblemente, darse cuenta de que hay que corroborarla fuera de internet".


El futuro de la red


El futuro de internet está, según el matemático, vinculado al avance de la telefonía móvil, a la expansión de la alta velocidad y al aumento de dispositivos en la red, que en su opinión serán lo más importante y lo más determinante.

No obstante, también ha reconocido que la red no es segura a pesar de que internet es "muy resistente a los ataques y fallos". Cerf ha explicado que los navegadores "son muy ingenuos", ya que cuando vas a una página se descargan programas que se ejecutan sin que el navegador preste mucha atención sobre qué tipo de software está bajando.


Cerf ha confesado que el secreto del éxito de Google se encuentra en el trabajo de empleados "todos brillantes" quienes tienen un 20% de su tiempo laboral liberado para facilitar el pensamiento y "la sugestión de nuevas ideas".

Fuente:

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=513943&idseccio_PK=1012

viernes, 16 de mayo de 2008

La realidad cotidiana del bibliotecario

La presente comunicación tiene como objetivo intentar definir los principales puntos característicos del nuevo modelo bibliológico de organización para la comunicación escrita que se está adoptando a nivel mundial.

1: Recorrido de los principales modelos bibliológicos desde la Segunda Guerra mundial.

Desde 1950 hasta 1989, es decir, en la segunda mitad del siglo XX fundamentalmente, la comunicación escrita estaba organizada en los diferentes países en función de tres modelos principales.

El primero, el más antiguo, el modelo liberal, se remontaba en lo esencial a la Revolución francesa de 1789, y se apoyaba en el concepto de libertad.

Libertad de expresión, libertad para producir y para distribuir los libros, más tarde los periódicos, y por último, para organizar los sistemas documentales. El papel del Estado tenía que ser, en teoría, lo más reducido posible; sin embargo el Estado intervenía en las subvenciones, en las bibliotecas y, más o menos, según las épocas, en la censura.

El modelo social, que se da a partir de 1917 y la Revolución bolchevique, con las variantes propias de cada país, se basaba, por el contrario, en el control estatal. El partido comunista orientaba el contenido ideológico de los documentos escritos. El Comité de la prensa, ministerio de Estado, en la URSS sobre todo, sostenido económicamente por el Gosplan (ministerio de Economía), organizaba la producción editorial, la distribución de los libros (Soyuz Kniga) y de los periódicos (Soyuz Pichat). La base de esta organización era el plan temático, previsión anual de las publicaciones. Como en el modelo liberal, pero de forma diferente, las bibliotecas dependían del Estado.

Por último, el modelo del tercer mundo, establecido principalmente después de la segunda guerra mundial en los países colonizados que accedían a la independencia, utilizaba el modelo socialista. El Estado perseguía una independencia ideológica y económica suprimiendo, en principio, el papel de los antiguos países colonizadores.


2: Supresión del modelo socialista a partir de 1985 y establecimiento de un modelo bibliológico neoliberal.

Mucho antes de 1985 y sobre todo antes de 1989, el modelo socialista, tanto en los países del Este europeo como en los países del tercer mundo, había mostrado a pesar de sus numerosas cualidades, un cierto número de puntos débiles: obligaciones ideológicas y burocráticas paliadas por el nacimiento de los Estados Samizdats, y aprovechadas, por otra parte, por la propaganda occidental; producción a menudo insuficiente, por razones económicas y sobre todo por el precio del papel; rigidez del plan temático; lentitud de la organización burocrática de la edición y de la distribución; coste elevado para las bibliotecas de la adquisición de documentos
procedentes de los países liberales; censura por parte de los importadores e incluso bloqueo en la comunicación de ciertas categorías de obras dentro de las bibliotecas. Estas insuficiencias eran aún más sensibles en los países del tercer mundo, que únicamente llegaban a satisfacer sus necesidades de lectura importando masivamente, y con muchas dificultades financieras, obras procedentes de las antiguas metrópolis.

Esta situación explotaría, como sabemos, a partir de la llegada de Gorbachov al poder en 1985 y la política llamada de Glasnost y de la Perestroika. Por oltimo, la caída del muro de Berlín, a partir de 1989, completaría la rápida eliminación del modelo bibliológico soviético tanto en la URSS como en los países del Este europeo, e incluso en los países del tercer mundo.

Los años que siguen son considerados de naturaleza revolucionaria o contrarrevolucionaria, según los puntos de vista. Al igual que sucedió en otras de grandes cambios, (como en 1789, 1815, 1848, etc.), este período duró poco. Las estructuras anteriores son entonces destruidas y sustituidas por otras nuevas que reposan básicamente en los principios del liberalismo: no control del Estado; intervención mediante subvenciones; regulación por medio del mercado; libertad para producir, para distribuír y para leer. La censura ideológica queda sustituida por la censura económica. Hoy día, no hay ya razón para detenernos demasiado en esta cuestión. El primer y segundo Coloquio de investigación de la AIB ("Las transformaciones del sistema de comunicación escrita en los países del Este europeo desde 1985", Praga 1994 y Budapest 1995) han planteado el estado de la cuestión . Hemos de subrayar sin embargo que conocemos peor lo sucedido en la antigua URSS y en los países del tercer mundo. Por consiguiente, esta explosión del modelo socialista deja sitio hoy día, en la mayoría de los países, a un modelo neoliberal de inspiración norteamericana.

3: Sistémica, bibliología política y modelos bibliológicos. A Cómo estudiar, en esta nueva situación, el modelo bibliológico neoliberal?

Actualmente, parece necesario hacer intervenir la sistémica como método, la bibliología política como teoría explicativa y los modelos como resultados de la observación.

Recordemos en un principio que la introducción de la sistémica en el estudio de la comunicación escrita invertía los enfoques de análisis. Hasta hace muy poco el método utilizado era el de la cadena cronológica: autores, editores, impresores, libreros, lectores, etc.

Este método ha sido reemplazado en la búsqueda bibliológica, hacia 1980, por la sistémica. La cadena describía los estados sucesivos. No explicaba.

La sistémica, el método de los sistemas, da la vuelta al enfoque. Parte de las necesidades de la sociedad que ejercen una presión sobre la producción y sobre la distribución para garantizar la lectura. El orden de estudio es el siguiente: estudio de las necesidades de información en la sociedad y análisis de la lectura; estudio de la producción intelectual, de la reproducción y de la distribución por un lado, de la conservación y de la comunicación por parte de las bibliotecas, por otro lado; finalmente, utilización por los servicios documentales. La relación entre el estudio de
las necesidades y la de los subsistemas precedentes permite no solamente constatar el equilibrio o el desequilibrio del sistema de comunicación escrita, sino también explicar y, por consiguiente, elaborar si es necesario un programa de modificaciones, para reestablecer el equilibrio del sistema. De esta manera, la sistémica permite establecer un vínculo con la bibliología política, puesto que las necesidades son determinadas por la organización de la sociedad. La sistémica se abre así a la concepción de los modelos bibliológicos.

4: Los modelos bibliológicos sucesivos.

Las investigaciones históricas recientes han mostrado, en esta misma línea, que los sistemas sucesivos de la comunicación escrita se explicaban, por una parte, por la evolución de la sociedad humana; por otra parte, por el sistema de comunicación escrita. Había quedado patente que las estructuras sociales intervenían sobre uno u otro de los elementos constitutivos del esquema de la comunicación escrita: emisor, mensaje, canal, receptor, objetivos.

De esta forma, se ha podido mostrar que en las sociedades preclásicas (Egipto, Mesopotamia, etc.), principalmente hieráticas, el nacimiento de la escritura estaba directamente relacionado con la necesidad de comunicación a distancia (canal).

En las sociedades dominadas por el capitalismo comercial (Antiguedad, Edad Media occidental), como aumenta el número de lectores y de coleccionistas (receptores), vemos que aparece la organización de los copistas reproductores y de los libreros que se dedican a multiplicar los ejemplares. La presión social pasa así del canal a los lectores.

El desarrollo del capitalismo comercial en Occidente, al final de la Edad Media, y la expansión de la enseñanza, tienen como consecuencia el reclamar un mayor número de ejemplares. Se pasa progresivamente de una necesidad de una decena de ejemplares a una o varias centenas. El sistema de los libreros-copistas llega a ser insuficiente. La investigación y el descubrimiento de la xilografía en un primer momento, y de la imprenta después, responden a la evolución de las necesidades. En definitiva, es esa presión de las necesidades de lectura la que actúa esta vez no solamente sobre la estructura comercial, sino también sobre la tecnología.

El nacimiento y el desarrollo del capitalismo industrial, principalmente a finales del siglo XVIII y sobre todo en el XIX y comienzos del XX, crean necesidades nuevas. En un primer momento se trata de la necesidad de informar sobre los acontecimientos, sobre la información política, económica y social. Esta necesidad concierne al mensaje, al medio. El sistema del libro impreso no puede satisfacer estos cambios. Aparece entonces el sistema de los periódicos (empresa de prensa, linotipia, rotativo, sistema específico de distribución).

Después, hacia finales del siglo XIX, y siempre en el marco del capitalismo industrial, en relación con el crecimiento de las empresas económicas, surge la necesidad de explotar la información, principalmente la científica y la técnica, con fines productivos. El sistema documental se elabora
progresivamente, a\~nadiéndose así a las cadenas primarias (libros, periódicos) una cadena secundaria de documentación.

Dentro del mismo marco del crecimiento de la sociedad industrial occidental, se desarrolla hacia fines del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, la necesidad de aumentar la rapidez de comunicación. En aquella época el escrito, incluso tratándose de periódicos, es un medio de información bastante lento. Convenía en consecuencia encontrar medios técnicos que permitieran restablecer al emisor en directo y limitar el papel del escrito como intermediario. La presión de las necesidades no tiene ya tanto que ver con el mensaje y el receptor, sino con el emisor.

Las técnicas audiovisuales cobran importancia; teléfono, radio, televisión, etc., así como las técnicas de grabación: disco, película muda, película sonora, etc. En todos los casos, desde finales del siglo XIX y sobre todo en la época de la segunda guerra mundial, se ha planteado periódicamente el problema de la muerte del libro, y desde un punto de vista más amplio, la del escrito.

Así pues, a lo largo de la historia, la evolución económica, política y social de la sociedad engendra necesidades de comunicación, escrita sobre todo, que ejercen una presión, principalmente sobre uno de los elementos constitutivos del esquema canónico de la comunicación. Sociología y comunicología coinciden: son el canal (escritura), o los receptores (copistas libreros, imprentas libreros, cadena secundaria de documentación), o el mensaje (periódico), o el emisor (audiovisual) los más afectados. Al mismo tiempo, asistimos a una multiplicación de los sistemas
del escrito. Cada sistema nuevo, contrariamente a los temores formulados, no elimina el precedente, sino que lo especializa.

En consecuencia, conviene tener muy en cuenta esta metodología y sus resultados a la hora de abordar el modelo bibliológico neoliberal que se ha ido poniendo en marcha progresivamente desde la segunda guerra mundial y que llega a ser dominante a partir de 1990.

5: El nuevo modelo bibliológico: neoliberalismo y sistema del escrito electrónico.

La sociedad ha cambiado mucho en el último cuarto del siglo XX. Políticamente, el neoliberalismo ha dominado, al menos en el período actual. La preponderancia americana y su sistema de organización se han extendido progresivamente al conjunto del planeta. La competencia militar, y después la económica, han tenido tres consecuencias principales: aumento exponencial de la información, necesidad de tratar problemas complejos y necesidad de comunicar informaciones y soluciones en tiempo real.

El aumento de la información ha cambiado radicalmente las concepciones y los métodos. De la exahutividad, se ha pasado a la selección y a la concepción de la información útil: Otlet, en la primera mitad del siglo XX buscaba la elaboración de un Repertorio universal que inventariase la totalidad de los libros y de los artículos publicados en el mundo. El desarrollo exponencial de la información aniquiló este objetivo, que habría coincidido por otra parte con el del depósito legal de cada país. En su lugar, se han desarrollado bancos y bases de datos especializados y selectivos, en principio, directamente operativos. La necesidad de estar informado en competencia militar, económica, política, ha dado origen a la investigación tecnocientífica, a la cienciometría y a la nueva concepción de la bibliometría, cuyo término conviene recordar que fue creado por Otlet mismo.

La necesidad de solucionar problemas cada vez más complejos y lo más rápidamente posible ha conducido a la teoría del tratamiento del problema (Simon), al nacimiento de la inteligencia artificial como metodología, al invento de los ordenadores durante la segunda guerra mundial, a su desarrollo y masificación a partir de los años 1970-1980.

El ordenador afecta directamente al esquema canónico de la comunicación. Sustituye a un interlocutor humano por un aparato que depende de la inteligencia artificial y conlleva, como el hombre mismo, capacidades de memoria, estructuras lógicas de razonamiento (sistema), estructuras aplicadas a problemas específicos (programas), procedimientos de recepción (sentido) y de emisión (lenguajes).

Asistimos pues, en la sociedad neoliberal, a un nuevo desplazamiento de la presión de comunicación dentro del esquema canónico. Hasta los años 1960-1970 básicamente, las tecnologías audiovisuales concernían simplemente al restablecimiento del emisor humano físico. Hoy día, es nuevamente el receptor el que se ve afectado en el otro extremo de la cadena de comunicación. El hombre que trabaja con un ordenador comunica, pregunta, recibe informaciones, las conserva o las reproduce mediante impresión con una inteligencia artificial. En definitiva, la sociedad neoliberal ha cambiado totalmente los procedimientos de comunicación.

Esto no deja de tener consecuencias. Si el ordenador acelera la actividad intelectual y la hace más fiable, también conlleva, como se ha mostrado desde hace a\~nos, el aislamiento del individuo que lo utiliza y su desocialización. De este modo, el egocentrismo liberal es reforzado, pero no sin consecuencias psicológicas e incluso físicas.

La necesidad de comunicar en tiempo real y a una escala mundial, ha originado y desarrollado la telemática, primero con los módems, más recientemente con el fax, finalmente hoy día con las redes y especialmente con Internet.

En cuanto a los lenguajes, el escrito, infravalorado en los sistemas audio-visuales, ha recuperado con el desarrollo de los ordenadores su importancia normal. Pero, poco a poco, los otros lenguajes han recobrado su lugar, primero con la imagen; después, con la palabra y el sonido. Desde entonces se habla de multimedia.

Así, la sociedad neoliberal dominada por los Estados Unidos ha dado lugar a un modelo de comunicación informatizada y telematizada, de la que forma parte un modelo bibliológico nuevo que se añade a los modelos precedentes.

Hemos de señalar sin embargo que este modelo se ha constituido de forma progresiva, por partes, y es probable que no esté acabado. Paralelamente, usuarios e investigadores van descubriendo sucesivamente elementos nuevos.

El entusiasmo por el precedente deja paso a un interés por el nuevo, con el riesgo de no adoptar la distancia necesaria para comprender el conjunto. Por ejemplo, como muy bien ha demostrado Tibor Papp a propósito de los trabajos llevados a cabo sobre la tipografía informatizada, en el marco de la SBS, los problemas planteados sobre los caracteres hacia 1985 han sido superados pronto y por consiguiente olvidados. La gran moda, en 1996, es Internet. Es posible que esta cuestión sea también superada pronto, desplazada por un nuevo problema.


6: Conclusión

La cuestión esencial ya no es, a nuestro parecer, seguir las modas, analizar sucesivamente las técnicas nuevas para aplicarlas y comprenderlas a medida que aparecen, sino conservar la perspectiva, y servirse de la sistémica, de la bibliología política y de la teoría de los modelos con el fin de comprender globalmente el modelo neoliberal, estableciendo relaciones entre el capitalismo y la comunicación general y la comunicación escrita. Hay que establecer su historia progresiva, el sistema general, sus consecuencias en los modelos anteriores y, finalmente, sus límites.

Fuente: Stivals, R. Hacia un nuevo modelo. Rev. Esp. de Bib., Vol. 1 no. 1. 1997.

lunes, 12 de mayo de 2008

Digitalización de los archivos de Canal 7 y Radio Nacional

CONVENIO DEL SISTEMA NACIONAL DE MEDIOS PÚBLICOS Y EL INSTITUTO NACIONAL DEL AUDIOVISUAL FRANCÉS PARA DIGITALIZAR LOS ARCHIVOS DE CANAL 7 Y RADIO NACIONAL
EL SISTEMA NACIONAL DE MEDIOS PÚBLICOS (S.E.) Y EL INSTITUTO NACIONAL DEL AUDIOVISUAL DE FRANCIA FIRMARON UN CONVENIO DE COOPERACIÓN PARA DIGITALIZAR LOS ARCHIVOS DEL MULTIMEDIOS ESTATAL.

Luego de la inversión que se realizara en reequipamiento para el canal y la radio, el S.N.M.P ha decidido encarar la preservación y digitalizació n de sus archivos. Por eso, el lunes 5 de mayo se llevó cabo en la Embajada de Francia la firma del "Convenio de Cooperación en el Ámbito del Patrimonio Audiovisual, la Formación y la Producción", entre el Sistema Nacional de Medios Públicos S.E. (Canal 7 - Radio Nacional) y el Instituto Nacional del Audiovisual de la República Francesa. El convenio se inscribe en el marco del proyecto de digitalizació n de archivos audiovisuales que llevará adelante el Sistema Nacional de Medios Públicos.


El espíritu de dicho Convenio-Marco radica en rescatar la importancia que tienen la preservación y la valorización de los patrimonios audiovisuales nacionales, jerarquizando el intercambio de conocimiento. Asimismo, destaca el compromiso de ambas instituciones para unir sus esfuerzos, "con vistas a establecer una cooperación efectiva en los ámbitos de la preservación, la documentación, la restauración, la salvaguardia y la comunicación del patrimonio audiovisual del SNMP (S.E.), así como el ámbito de la formación de profesionales del audiovisual y la producción".


Este convenio abre las puertas a documentalistas argentinos para que puedan acceder a los archivos audiovisuales del I.N.A, y permite al Sistema realizar acuerdos específicos para llevar adelante el proyecto de digitalización.


El SNMP realizó una importante inversión en equipamiento. Entre las más notorias se encuentran la instalación de un nuevo transmisor y antena para LR1 Radio Nacional y 18 nuevas repetidoras, nuevas cámaras, mezcladores de imágenes, generador de caracteres y efectos y otros complementos para el Canal 7, por un valor de 10 millones de dólares. Ahora se invertirá en la digitalizació n de los archivos audiovisuales.


MEMORIA DE LA RADIO Y TELEVISIÓN


Las dos instituciones cuentan con una importante cantidad de grabaciones realizadas a través del tiempo. Canal 7 dispone de registros audiovisuales desde el año 1956 y Radio Nacional de registros de audio desde el año 1938.
Estas grabaciones están realizadas en distintos soportes:



AUDIOVISUALES: films 16mm, cintas magnéticas cuádruplex, tipo B, tipo C y Betacam.


AUDIO: Discos de pasta, de vinilo, cintas magnéticas, cintas abiertas, Dat.
ESTADO DE CONSERVACIÓN: Debido a la edad y las condiciones de guardado hay gran cantidad del material archivado que se encuentra en un estado crítico, al borde de la destrucción.


USOS DEL MATERIAL-CIRCUITOS: El material descripto es usado para nuevos programas mediante su reproducción y edición.
Actualmente el material es solicitado, retirado, reproducido, editado y devuelto en forma personalizada.



PROPUESTA DEL PROYECTO DIGITALIZACIÓ N AUDIOVISUAL
Considerando el estado y la utilización del material disponible, se propone rescatar y restaurar el material archivado en distintos soportes y transferirlos a un formato digital, ello permitirá:


-Restaurar los soportes originales.
- Transferir la grabación analógica para resguardar los originales.
- Crear una base de datos unificada para almacenar las grabaciones de manera homogénea.
Visualizar/audicion ar de manera inmediata el material archivado a través de una búsqueda rápida y personalizada.
- Evitar el uso del material original para su resguardo.
- Disminuir el espacio de guardado.
- Poner a disposición interna (en línea) el material archivado.
- Acceder a segmentos audiovisuales en la WEB a través del catálogo del material de la base de datos unificada.


ASPECTO TÉCNICO



Se organizará la transferencia a digital de los formatos analógicos existentes, donde un servidor almacenará las versiones de baja resolución para búsqueda y acceso rápido y una librería rebotica de almacenamiento guardará la versión master de alta resolución para edición.

En puestos de ingesta se catalogará el material que se transfiere y se controlará la calidad de la transferencia de formatos.


El sistema permitirá la búsqueda avanzada desde cada puesto de recuperación.


La administració n del mismo permitirá un acceso restringido según niveles de responsabilidad.

En la medida que el sistema de emisión se transforme en digital el guardado de la nueva producción podrá ser automático.

Se establecerá una base de datos integrada que albergue la información de los registros de Canal 7 y Radio Nacional.


CENTRO OPERATIVO DE DIGITALIZACIÓN AUDIOVISUAL


La meta será crear un edificio central en el que converjan todas las actividades y funciones de la digitalizació n de los archivos audiovisuales.


Fuente: Sistema Nacional de Medios Públicos
Más información:
www.snmp.gov. ar

lunes, 5 de mayo de 2008

Los bibliotecarios salieron de compras

Los bibliotecarios salieron de compras

Gracias a un subsidio, los representantes de bibliotecas populares adquirieron en la feria libros pedidos en sus comunidades

Los pabellones de la Feria del Libro, habitualmente vacíos durante la mañana, se poblaron ayer con el entusiasmo de los responsables de 905 bibliotecas populares de todo el país, que pudieron invertir un mínimo de $ 1600 cada una en los libros que deseaban adquirir. Hoy se repetirá esa oportunidad.

Así, cumplirán los sueños de los lectores de sus comunidades que colaboraron en la confección de las listas con las que llegaron más de 1790 personas, entre bibliotecarios y voluntarios, gracias a un subsidio de la Comisión Nacional Protectora de las Bibliotecas Populares (Conabip), que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación.


"La gente está esperando que uno regrese, incluso quienes no te piden libros", comentó a LA NACION Cresi Demichelis, voluntaria de la biblioteca Asunción de María, del pueblo de Elena, en la provincia de Córdoba. Maximiliano Barragán, director de la biblioteca Presbítero Pascual Ruberto, de la localidad bonaerense de Berisso, dijo: "Los usuarios esperan la llegada y el momento de abrir las cajas y enseguida se quieren llevar los libros".


La directora de la Conabip, María del Carmen Bianchi, comentó a LA NACION que esta edición comenzó a organizarse el año pasado, y las bibliotecas tuvieron más tiempo para conocer los intereses de sus usuarios. Las bibliotecas populares compran los libros en la feria con un 50% de descuento en los stands de las editoriales adheridas al programa de la Conabip. Este año, participan 134 editoriales.


Un paisaje recurrente en la mañana de ayer eran los carritos con las cajas llenas de libros, largas colas frente a las cajas registradoras de las editoriales y brazos que apenas podían sostener las pilas de títulos que seleccionaban en cada stand.


Los autores elegidos eran variados: Jorge Luis Borges, Julio Verne, Stephen King, Roberto Arlt, Fedor Dostovieski, Doris Lessing, pasando por nombres vinculados a la "literatura comprometida" -que pidieron los lectores de una biblioteca-, como Rodolfo Walsh, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez. Y los temas, más diversos aún: yoga, geografía, anatomía, educación, feng shui, mecánica, diccionarios y atlas. Hasta el Kamasutra .


Ahorrar para más



Yasmili Rojas llegó a la feria como voluntaria para ayudar a su marido, que es el tesorero de la biblioteca Jesús Nazareno, situada en Guaymallén, provincia de Mendoza. Como tienen familia en Buenos Aires, decidieron ahorrar el dinero que recibieron en hospedaje para poder comprar más libros.

El presupuesto de la Conabip de este año para la compra de los libros es de 2.298.670, un 23% más que el año pasado. Sin embargo, en el último año el precio de tapa se incrementó entre el 20 y el 30%, estimó Horacio García, presidente de la Fundación El Libro.


Al respecto, Bianchi sostuvo que no todos los libros aumentaron en igual medida y que, en algunos casos, la suba fue del 5 o 10%, lo que permitiría este año a los bibliotecas adquirir más títulos debido al mayor presupuesto, que les otorga unos $ 300 más que el año pasado. En el país hay casi 2000 bibliotecas populares.


"Es una fiesta; es una maravilla poder elegir los libros y tener la plata para elegirlos", enfatizó con una gran sonrisa Alejandra Hernández, bibliotecaria de la institución Luis Piedra Buena, de la localidad de Las Grutas, en Río Negro.


Con 14 años, el joven Martín Elizondo es voluntario de la biblioteca popular Argentina, de Huaziul, en el departamento de Rivadavia de la provincia de San Juan. Es voluntario desde los 10 años y confesó que le encantan los libros, sobre todo los de historia. En sud brazos tenía los dos tomos de Buenos Aires, historia de una ciudad , de Mario Rapoport y María Seoane.


"Estamos tan lejos de todo, que ésta es la única posibilidad" , expresó Valeria Ruffinato, voluntaria de la biblioteca popular de San Guillermo, pueblo de 7000 habitantes en el centro noroeste de Santa Fe. Una distancia que por este fin de semana se acortó.


Por Laura Casanovas

De la Redacción de LA NACION

martes, 29 de abril de 2008

El idioma español crece en Internet

El idioma español crece en Internet

Por Mariano de Vedia
De la Redacción de LA NACION

A partir de un trámite en la Cancillería, miles de usuarios de Internet podrán registrar en la Argentina sitios que lleven en el dominio la letra ñ, acentos o diéresis, características propias del idioma español que no se utilizan en inglés. Así, la lengua de Cervantes, hablada por 400 millones de personas en el mundo, fortalece su presencia e influencia en la Red.


Unos 119.000 dominios –el 7% de los 1,7 millones que existen en el país– estarán en condiciones de cambiar su registro a partir de septiembre, después de la resolución firmada por el canciller Jorge Taiana, que favorece la inclusión de los caracteres multilingües del español y del portugués. La medida comprende, además, el cambio del subdominio .gov.ar, reservado para las entidades del gobierno a nivel nacional, provincial y municipal, que pasará a escribirse .gob.ar , como corresponde a la referencia de gobierno y no de la palabra goverment , del idioma inglés.


Todo apunta a "fortalecer el uso de nuestro idioma y defender nuestra identidad", informó el Ministerio de Relaciones Exteriores al difundir la novedad. Entre los fundamentos de la resolución, se indica que se quiere evitar "que los jóvenes, activos usuarios de Internet, se alejen del buen uso del idioma".


En la Argentina, hay más de 16 millones de usuarios de Internet, la mitad de los cuales (8 millones) son menores de 24 años. Además, la Cancillería estima que unos 9 millones de personas realizaron alguna vez compras por la Red.


La incorporación de los signos característicos de la lengua española en las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones es un reclamo permanente de las instituciones culturales y defensoras del idioma.


También el recordado periodista Germán Sopeña, secretario general de Redacción de LA NACION y de cuya muerte se cumplirán siete años el lunes próximo, abogó insistentemente a lo largo de su trayectoria por la "modesta batalla" en favor del uso de la letra eñe en Internet, que fue tomada después por otros medios (ver aparte).


"En la Argentina, hay más de 1,7 millones de dominios de Internet y cada año se crean unos 150.000", dijo a LA NACION Gustavo Soliño, coordinador del programa NIC Argentina (Network Information Center), el organismo de la Cancillería que administra los nombres de dominio en nuestro país. La cantidad sorprende, si se lo compara con los dominios registrados en Brasil (1.100.000) y México (250.000), países que superan con creces la población argentina.


Los cambios, que incluyen la posibilidad de incluir en el nombre del dominio el uso de la cedilla, propia del idioma portugués, entre otros, apunta a consolidar el acercamiento cultural en el Mercosur.


Los pasos para registrar los cambios aprobados por Taiana en la resolución 616/08 serán progresivos. Primero, la Cancillería se tomará 120 días para desarrollar y testear el nuevo sistema de registros. Luego, habrá un período de 30 días para promocionar la incorporación de los caracteres multilingües.

Vencido ese plazo, a comienzos de septiembre, se abrirá un registro para aceptar solicitudes de cambios para los dominios ya existentes. "Los que ya están registrados tendrán prioridad", explicó Soliño. Y lo justificó, argumentando que "seguramente muchos en su momento habrán querido inscribir su dominio con algún acento o con la eñe y no se lo permitieron" .


Se puede dar el caso de que dos usuarios pugnen por el mismo dominio. Poniendo su apellido como ejemplo, Soliño explicó: "A lo mejor, uno tiene el dominio solinho y otros solinyo o soligno , entre distintas variantes, y todos ahora querrán soliño . Tendrá prioridad el que tenga la solicitud de dominio original más antigua".


Para eso, explicó, habrá que esperar que se complete el período de 100 días en que estará abierto el registro. En España, según dijo, las coincidencias se resolvían por sorteo. "Es más justo mantener el criterio del registro más antiguo. De todos modos, los casos que fueron a sorteo en España fueron muy pocos: fueron 26", explicó el funcionario de la Cancillería.


Luego de ese período de 100 días, a mediados de diciembre, el registro de dominios se abrirá a todo el mundo, sin restricciones. "Si un dominio que ya existe no cambió el acento, perderá la prioridad y cualquiera lo podrá registrar", precisó Soliño.



Qué pasa con los mails


¿Todos estos cambios se extenderán a los mails ? El funcionario, en ese aspecto fue cauto. "Eso dependerá de los propios servidores y del avance de la tecnología. Cuanta más demanda haya por incorporar los signos propios del español y del portugués, más rápidamente el mercado ofrecerá la posibilidad de incluirlos", respondió.


Actualmente, de 1,7 millones de dominios registrados en el país, 1.572.895 tienen el subdominio .com.ar , establecidos para personas físicas o jurídicas. Hay registrados. además, 163.393 .org.ar (entidades sin fines de lucro), 7976 .net.ar (empresas proveedoras de servicios de Internet), 2964 .gov.ar (organismos de gobierno), 52 .mil.ar (fuerzas armadas) y apenas 30 .int.ar (representaciones extranjeras u organismos internacionales.


La Cancillería habilitó, a partir del próximo 31 de mayo, el subdominio .tur.ar , reservado a las empresas de viajes y turismo habilitadas por la Secretaría de Turismo de la Nación.

A diferencia de otros países, el registro del dominio en la Argentina es gratis. Soliño estimó que en Brasil cuesta unos 15 dólares, y en España, entre 10 y 15 euros. Por ese motivo, la expectativa es que se sumen al cambio entre el 4 y el 7% de los dominios existentes, cuando el porcentaje en todo el mundo ronda el 2 por ciento.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=1007303&origen=premium

miércoles, 23 de abril de 2008

Bibliotecólogo Colombiano obtiene importante distinción


UNA HUEVONADA LLAMADA BIBLIOTECOLOGÍA

(Versión total del discurso con motivo de la aceptación del Premio

Luis Florén Lozano)

Por: Luis Bernardo Yepes Osorio

A mis alumnos de la EIB, hoy hombres y mujeres de bien.

A mis promotores de lectura de COMFENALCO Antioquia, luchadores colosales.

Cuando tomé la decisión de hacerme bibliotecario di inicio a mi propia revolución.

Soy disidente de la mediocridad, la injusticia y la pobreza. Me hice bibliotecario para derrotarlas, si no lo consigo es a causa de un parpadeo en mis convicciones y no de la fragilidad de mi oficio.

Frase utilizada en un texto escrito por mí en 2002, hoy cobra vigencia.

Una colega nuestra, después de varios años de labores en una biblioteca escolar de un colegio católico, recibió su carta de despido un 23 de abril, desde entonces no quiere saber nada del día del bibliotecólogo y menos de la bibliotecologí a. Hoy, yo por el contrario, gracias a ustedes, amigos de ASEIBI, lo quiero saber todo, lo quiero decir todo.

Han sido ustedes muy generosos conmigo y no es un secreto que están reconociendo el trabajo de un capitulo socio humanístico de la bibliotecologí a: la promoción de la lectura. No es un secreto que estimulan hoy con su osadía el trabajo de un bibliotecario poco convencional. ¡Muchas gracias! Ustedes, miembros del jurado, han contribuido a que un bibliotecario recargue su coraje para continuar en la búsqueda de nuevas y enaltecedoras transformaciones sociales, gracias por ello, y por persistir agremiados.

En la década de los ochenta yo era un vendedor de huevos cuando mi madre me hizo llegar un formulario de la Universidad de Antioquia para que me inscribiera en una de las tantas carreras que ofrece la universidad. Tenía como compañero a Fercho, no el brillante promotor que hoy deambula por la ciudad, sino otro, un amigo de juergas del Barrio Veinte de Julio de la ciudad de Medellín. En el colegio nocturno era mi condiscípula Amparo, una mujer profeta que aseguraba que la bibliotecologí a era una carrera interesante pero en la que no se conseguía dinero, algo que resultó cierto.

En mi libro No soy un gángster, soy un promotor de lectura, relato el siguiente acontecimiento que conmocionó a mi familia y a un barrio entero, un barrio donde se era obrero, matón o se aspiraba a ingeniero:

Cuando tomé de nuevo el formulario, olvidé el asunto del dinero y marqué
Bibliotecologí a. Sentí una extraña alegría y por la noche, debajo de las
cobijas y en voz extremadamente baja, recuerdo que repetía: "Bibliotecólogo, bibliotecólogo, bibliotecólogo, les presentamos al bibliotecólogo Luis Bernardo Yepes de la Universidad de Antioquia". Me sonó tan bien y sentí una abrumadora felicidad, tanta, que todavía la recuerdo como si fuera ayer.

Pasé a la Universidad y las felicitaciones no se hicieron esperar.
Llamaron familiares de todas partes, los vecinos fueron a congratularme y mi madre se veía en calzas prietas para explicar en que consistía la tal
carrera esa. Un padrino, que estudiaba biología, le dio una inducción y
así ella pudo informar algo de la carrera. Muchos decían que muy bueno,
que ya estaba dentro de la universidad y que eso era lo importante, que
más adelante me podía cambiar para otra carrera que fuera más conocida y en la que me fuera mejor en la vida, pues algunas señoras del barrio
pensaban que me iba a ir mal en la vida por estudiar bibliotecologí a. De
todas maneras, fueron más las voces de apoyo que las pesimistas y la mayoría esperó en silencio el inicio de mi aventura.

Más adelante otras escaramuzas de esas aparecieron. Recuerdo dos en
particular que se pegaron como babosas a mi mente.

La primera fue la pregunta desnuda de Fercho, el compañero de trabajo:

–¿Qué es esa huevonada?

¿Qué más podía preguntar un huevero?, me pregunto hoy.

De suerte que la pregunta la hizo delante del Papá, porque de lo contrario
no hubiera sabido que responderle, recuerden que también yo era huevero.

Muchas gracias pues a ustedes profesores de la Escuela Interamericana de Bibliotecologí a, por acabar con mi carrera de huevero, pues como es natural soy un profesional con historia y sería mezquino negar sus aportes. Hoy recuerdo con especial cariño a los profesores Rodrigo Vega, hombre que nos infundó mucho sentido crítico, a Marta Alicia Pérez, eterna batalladora de la revista Interamericana de Bibliotecologí a y gran amiga mía; al profesor Luis Eduardo Villegas, quien nos enseñó la solidaridad comunitaria y es el maestro vigente por excelencia, y a los demás profesores que con sus aciertos y desaciertos aportaron para yo estar aquí, de pie, frente a ustedes.

Hoy recuerdo a mi padre, muerto el último marzo, y quien, junto a un grupo de combatidos compañeros, me amparó en su carpintería del barrio Chapinero de Bogotá, aquellos días que decidimos hacer el Primer Encuentro Nacional de Estudiantes de Bibliotecologí a. Era un ebanista que cambiaba libros por óvalos para espejos y a quien le fascinaba el heroísmo banal y sublime de los seres humanos. Cuando yo era niño, hacía proezas tales como llevarme a ver pasar por la Avenida Jiménez al Papa Pablo VI; a una universidad para que conociera a un escritor. Me acercaba al aeropuerto Internacional El Dorado para que viera la primera reina bogotana, o nos metíamos al Estadio Nemesio Camacho El Campín y allí vibrábamos con Ramón Raúl Navarro, un mítico arquero que era capaz de levantar vuelo de un palo a otro de una portería con tal de detener un balón que iba como bala hacia la red.

Mi padre, además del gusto por los libros, me enseñó también a amar la música clásica. Un día hasta me regaló unos discos con una separata que enseñaba programas. Se podían combinar unas composiciones con otras y resultaba un programa de lo más fascinante. Por ejemplo, si se quería escuchar música del amor, se ponía el disco 2 por el lado 1 (Tchaikowsky: Francesca Da Rimini) y el disco 10 lado 2 (Ravel: Dáfne y Cloe). Pero si lo que se quería era La Belleza del sonido, pues se podía escuchar el Buque Fantasma y Música de Venusberg, de Wagner, Nocturnos de Debussy y Psiquis y Eros de Franck. Ese era mi padre, así lo quiero recordar.

Hoy dedico este reconocimiento a mi madre, una mujer que frente a la radio me enseñó a soñar. En esa fría Bogotá de finales de los años sesenta y principio de la década del setenta, arrobados escuchábamos en la radio a Kaliman: el hombre increíble y a Arandú: el príncipe de la selva. Luego leíamos revistas de Corín Tellado y de vez en cuando íbamos al cine Copelia, en el Barrio Estrada, a ver a Sandro de América y un montón de artistas y películas que nos llenaban el alma y nos alejaban el hambre. Ese bario fue realmente mi primer texto, todo se lo preguntaba, todo lo quería leer y mi madre se fascinaba viendo cómo poco a poco era lector de carteles, paredes, avisos y autobuses.

De ella, una aguerrida mujer que terminó educando a sus hijos con la ayuda de sus hermanos y una tienda de barrio rudo, he aprendido las artes de la soledad y la valentía para defenderme de los odios y las amarguras. He aprendido a aceptar la adulación con altiva vanidad. Ella, más que mi padre, que me soñaba un pequeño burgués, me enseñó el amor por los desfavorecidos y el liderazgo para no ser apabullado. Fueron ella y la solidaridad de mis tíos: Gonzalo, Jorge y, especialmente la de mi tía Ángela y su infinita generosidad, quienes forjaron al ser humano que está ante ustedes.

A mis hermanos, hoy presentes, gratitud por su compañía, por su cariño y por traer al mundo los sobrinos que hoy me llenan de alegría y enseñanzas. Son ellos quienes actualizan mis desgastados esquemas mentales y mis paquidérmicos comportamientos sociales.

Soy, además, lo que han dejado en mí los compañeros que marcaron profundamente mi estilo de ver la bibliotecologí a y la poesía. Mucho de lo que soy lo encontré un día en el piso tres del bloque doce de la U. de A. El primer día de matricula allí estaba Adriana Betancur, con quien aprendí a soñar y encontré el camino de la bibliotecologí a que queríamos, la social, la comunitaria, la que nos embadurnaba de chicle los jeans, nos dejaba oliendo a mango biche y nos lanzaba a la hierba Entre Marx y una mujer desnuda de Jorge Enrique Adoum. De ella, además, he aprendido el amor, el festejo y el ritual familiar.

Allí también estaba William Álvarez, de quien he aprendido a mirar con agudeza la bibliotecologí a, el método para llegar a una población abandonada por Dios y el Estado y sobre todo la poesía, esa posibilidad de redención que nos hace los días más livianos.

Meses después encontraría en ese mismo lugar, a un hombre aguerrido, con una mochila de cabuya wayú, que solía acercarse como lince olfateando cachorros con olor a causa. Con el emprendimos la lucha desde un movimiento estudiantil para conseguir una mejor bibliotecologí a. Por él, muchos vimos la bibliotecologí a como una disciplina de estudio y no un anfiteatro para extraviados. Con él y Adriana Betancur, le creamos bases conceptuales a la promoción de la lectura. A él seguí por todas partes, y a pesar de las distancias que la vida se empecinó en fundar, mi memoria no olvida su nombre: Didier Álvarez, tampoco olvida los pasos iniciales dados para ser buenos profesionales y mejores hombres.

Al lado de ellos muchos más soñamos: los Luises, las Doras, las Beatrices, los Oswaldos, las Martas, los Juanes y Rafaeles, las Mónicas, las Claudias, los Jaimes y los demás. A olvidados y recordados mi gratitud perenne.

Los jefes son muy importantes en el ejercicio profesional del bibliotecólogo. No sé si en otras disciplinas con más estatus e historia jueguen un papel tan crucial. A mis alumnos y allegados siempre les recomiendo que trabajen con buenos jefes. Un mal jefe se hunde y arrastra a sus colaboradores a las profundidades de la mediocridad y la derrota. Cuando alguien me dice que tiene un mal jefe le aconsejo que tome su libro y su portátil y salga en bombas de fuego de allí. Y si pasa por un lugar en el cual el jefe tiene un prontuario comprobado de diablo, pues le digo que ni se aproxime, pues de seguro ese lugar es un hervidero de odios y de guerras.

Soy profesionalmente un remedo, nada autentico, soy un pedazo de cada jefe, de cada compañero. Tengo una historia laboral que empieza en la BPP y termina en Comfenalco Antioquia, por ello, hoy un recuerdo especial a mí adorada Tren de papel Carlos Castro Saavedra de la BPP. A la Biblioteca del Centro Educativo La Floresta, laboratorio de gestión. A la Fundación Ratón de Biblioteca, mi verdadera escuela para la formación de maestros. A la Biblioteca Pública de Comfenalco Guayabal, hoy en Belén. A la Escuela Interamericana de Bibliotecologí a, donde tuve como jefe a una de las bibliotecólogas más aguerridas, soñadoras y prácticas que he conocido: Beatriz Céspedes y a quien se le adeuda este reconocimiento, con el perdón de ustedes. Y en especial a Comfenalco Antioquia, donde encontré el firmamento para desplegar las alas que venía cultivando de tiempo atrás. En esta organización, el doctor Ricardo Sierra alimentó un estilo de gestión elemental: quien sirve despliega sus alas con todo su potencial y se le facilita el firmamento, quien no, cae por su propio peso, no hay más alternativas. Gloria María Rodríguez, la bibliotecóloga universal de Colombia, hizo dúo con ese proceder y con una inteligencia de asombro y una generosidad sin límites, nos proyectó a un firmamento mundial. Ella es dueña de lecturas inmensas, de cariño a granel y de un estilo basado en la libertad para soñar y obrar que Adriana Betancur ha continuado porque lo lleva en la sangre. De esa escuela soy discípulo y trato de ser consecuente con ella. Además, en Comfenalco tengo compañeros que son ya mi familia y les doy las gracias por darme cabida en sus labores y corazones. Mi último descubrimiento ha sido Luis Carlos Raigoza, quien me dejó ver su alma y sus lucidas miradas del mundo, recordándome un principio espiritual básico: el mundo es interior. A ellos les celebro el mantenerse unidos ante la ignominia y la desidia de los poderosos.

Somos bibliotecarios nacidos y forjados en la guerra, no exiliados geográficamente como José Ignacio Mantecón, Juan Vicéns de la Llave y Luis Floren Lozano, pero si exiliados políticamente. Hemos mirado peligrosamente lo que pasa sin untarnos, y este es mi primer reclamo: el bibliotecario no puede permitir que la guerra y sus príncipes sigan cambiando las normas e ignorando lo conquistado por los ciudadanos de un país, pues seremos tan peligrosos como las normas cambiantes de una sociedad. Al decir del escritor siciliano Salvatore Quasimodo, “en su ciclo eterno, el hombre debe restituir aquello que el político le ha arrebatado”, y yo veo en la bibliotecologí a una poderosa disciplina para lograr dicho cometido, no sólo para que ayudemos a que los ciudadanos recuperen lo que se les ha arrebatado, sino además para ayudarlos en su orden interno, en la medida que ayudamos a ordenar el mundo. Es menester hacerlo para recobrar la dignidad de las mujeres y los hombres de América latina.

Lo anterior tiene que ver con la formación. No basta con inventar un curso de bonito nombre y proponer unos temas esenciales. La bibliotecologí a es génesis y presente trans e interdisciplinario. Creo que soy un poco mejor bibliotecario porque compartí con pichones de profesionales de otras disciplinas, porque nos enfrentábamos en unas discusiones bizantinas y no, porque hice amigos bibliotecarios y no. Tuve la ocasión de tratar con quienes priorizan el hemisferio izquierdo, con los lógicos, con los verticales, también con quienes utilizan el hemisferio derecho, con los intuitivos, los horizontales. Por ello, cualquiera que sea el método, cualquiera que sean los temas que los estudiosos de la disciplina propongan con base en la historia que se tiene y la dirección que tome el mundo, si ese aprendizaje sólo es para que los pichones de la bibliotecologí a discutan entre ellos, la torre de babel se hará imposible para los bibliotecarios.

Quizá lo que si se espera, es que esas discusiones, que eleven a los estudiantes a la torre de Babel, sean conducidas por grandes maestros, por quienes tienen toda la experiencia, por quienes han vivido lo suficiente e investigado lo fundamental. Por quienes se supone entregan verdaderas vivencias y supremas experiencias a sus pichones, pues sólo lo exiguo se puede esperar de bibliotecarios formados en exclusiva por otros pichones. Pichones probablemente con un poco más de vuelo pero un breve recorrido de vida como el de ellos, sus discípulos. Los profesores han de dictar clase, y han de investigar, y han de mirar la sociedad, y han de volver a dictar clase, y han de investigar de nuevo y han de regresar a la sociedad, así, en un ciclo eterno en el que encuentren la sabiduría. Esa sería una practica pedagógica ecuánime a favor del estudiante universitario. Fatal un profesor eterno, fatal un investigador universitario eterno, fatal que la universidad ignore su esencia: el alumno.

En síntesis, debe darse el nacimiento de una bibliotecologí a liderada por bibliotecólogos con más conciencia individual y colectiva; con más inteligencia que razón; con más agregación que individualismo; con más sabiduría que conocimiento; con más disciplina que caos, y es la formación universitaria la responsable de dicho alumbramiento.

La bibliotecologí a para conseguir las transformaciones sociales, científicas y académicas que se proponga, debe ser además generosa, como la biblioteca, conservar si, pero entregar también. Por tanto, los bibliotecarios debemos estar vacunados contra todo tipo de egoísmos y avaricias. Conservar un conocimiento está bien, entregarlo es el súmmum, ahí está la clave de la bibliotecologí a: dar. Quienes piensen lo contrario, la sede del Fondo Monetario Internacional está en Washington, D.C.

Ahora bien, el no trabajar para el Fondo Monetario Internacional no es sinónimo de aceptar a perpetuidad los salarios de miseria que están pululando en nuestro medio. Una bibliotecologí a sin dignidad, por supuesto, tendrá bibliotecarios con hambre, y un bibliotecario con hambre mata o se arrodilla, es decir entrega sus principios e ideales al postor de turno. Una bibliotecologí a con cargos para desarrollar la mentalidad servil implantada por la avaricia de los sátrapas, extermina el entusiasmo, elimina la creatividad y convierte al bibliotecario latinoamericano en un androide a merced del periódico o reality de turno. En adelante no quiero saber la suerte que corran las personas a quienes se supone sirven los autómatas del hambre.

La solución es clara: agremiarse. Yo mismo fui lento para hacerlo, pero el universo, que todo lo sabe, termina por enseñarnos que las primeras especies desaparecidas de la naturaleza estuvieron solas, marginadas, sin carbono, sin lo esencial. De eso se dieron cuenta los europeos y dejaron atrás pestes, hambres, incendios, odios y guerras para convertirse en un bloque tenaz. Ahora se pavonean por ahí comiendo pan con chocolate, salchichas picantes con paella y bebiendo vino y whisky en el mismo vaso, mientras esperan la repartición de lo que queda de nuestra desunión, aquella que abominaba Bolívar.

ASEIBI, ASCOLBI y las demás asociaciones de la Región, se deben hacer férreas. No lo escribo hoy porque me hacen este reconocimiento, lo escribo hoy porque me escuchan. Nuestras asociaciones deben parecerse más a sindicatos que a salones de té (lo digo con respeto, pues pienso no sólo en la parroquia, pienso además en América Latina). Deben ser fortines para la defensa de los derechos laborales y económicos de nosotros, los bibliotecarios, y deben, por otro lado, defender los derechos sociales de los ciudadanos. Derechos relacionados con la lectura, la información y la cultura. Quienes se encarguen de estos gremios deben recibir un salario digno, que les permita vestir sus trajes de batalla y alimentarse contra todo soborno. De este asunto somos responsables todos los bibliotecólogos, sin excepción.

Es esta mi visión de los asuntos que pueden conducir a una bibliotecologí a temeraria y provocadora. Una bibliotecologí a útil en la búsqueda de un mundo mejor. Esa bibliotecologí a que no debe temerle a los medios contemporáneos de información y comunicación, y que por el contrario debe aprovecharlos para expandir sus ideales académicos y políticos. Medios que hay que ayudar a descontaminar, como la televisión y la radio, y medios que hay que ayudar a organizar como la Internet, antes de que aumente el porcentaje de odios y mentiras que intentan opacar su esencia democratizadora y de denuncia.

Ahora bien, quien quiera ser dinosaurio ese es su problema, problema nuestro será cuando su ignorancia le quite brillo a la bibliotecologí a. Problema nuestro será cuando no se respete a quienes investigan y a quienes luchamos por una bibliotecologí a que transforme los entornos de autoritarismo y miseria, problema nuestro será cuando aceptemos que la bibliotecologí a es una huevonada.

Para George Bataille, Jorge Luis Borges, Alberto Manguel, Meira Del mar, Los hermanos Grimm, Benjamin Franklin, Engels, Marcel Proust, Roberto Juarroz, Lewis Carroll, Rubén Darío, Goethe, Azorín, Berlioz, Laura Bush, Mao Tse-tung, Lao-Tse, Georges Perec y Stephen King, quizá el oficio de bibliotecario pudo haber sido una huevonada, ustedes lo juzgaran. Pues yo no estoy tan seguro.

Por mi parte, si hoy me preguntaran: ¿Bibliotecologí a, qué es esa huevonada?, sólo respondería: es algo que sirve para transformar el mundo. Recuerden que no soy huevero, ¡soy un bibliotecólogo!

¡Muchas gracias!

Medellín, abril 30 de 2008

jueves, 17 de abril de 2008

Motor de búsqueda ecológico

Gacemail informa que:

"El primer motor de búsqueda mundial ecológico ha sido lanzado a nivel global desde Sydney, Australia. ecocho.com es un buscador cuya peculiaridad es la posibilidad de reducir el efecto invernadero producido por las emisiones de CO2, ya que por cada 1.000 visitas que se realicen a esta página web, se plantarán dos árboles para la regeneración de oxígeno en el planeta.

El primer motor de búsqueda mundial ecológico ha sido lanzado a nivel global desde Sydney, Australia. ecocho.com es un buscador cuya peculiaridad es la posibilidad de reducir el efecto invernadero producido por las emisiones de CO2, ya que por cada 1.000 visitas que se realicen a esta página web, se plantarán dos árboles para la regeneración de oxígeno en el planeta."

Si entran al sitio

www.ecocho.com

tendrán la posiblidad de hacer búsquedas clásicas o de imágenes, cliqueando en su motor predilecto (Yahoo o Google).

A la derecha hay un contador de árboles a ser plantados y la cantidad de kilos de CO2.

Recorriendo el sitio se puede encontrar respuesta al por qué del nombre, un mapa con la localización de los árboles y otras explicaciones del funcionamiento del plantado de árboles.

Fuente: http://www.gacemail.com.ar/


viernes, 4 de abril de 2008

Crónica de un libro devuelto

Cien años (y seis más) de soledad

Un texto impreso en 1902 fue devuelto después de muchas décadas a una biblioteca de Finlandia. Los más entusiastas creen que estuvo perdido desde comienzos del siglo XX

Por Adolfo Bazán Coquis



Anna-Mari Rantala todavía no sale de su asombro. Ella es la jefa de la biblioteca Lumo en Korso, uno de los 61 distritos de la ciudad de Vantaa, en la gélida Finlandia, al norte de Europa. Sin embargo, su nombre ha aparecido en periódicos de todo el mundo, ha narrado la misma historia decenas de veces y ha tenido la gentileza de responder --con implícito buen humor y en correcto inglés-- los correos electrónicos que le hemos enviado desde el Perú en los que le hemos pedido que, por favor, nos cuente más detalles.

Y pensar que toda esta fama se la debe a un libro. Un libro que alguien tomó prestado hace más de un siglo y que otro alguien --difícilmente, por cuestiones de edad, podría ser el mismo-- devolvió a comienzos de marzo. Se trata de un volumen de 1902 de "Vartija", una revista de temática religiosa que todavía se edita. Cuatrocientas páginas que estuvieron en manos anónimas todo este tiempo.

"Más vale tarde que nunca", ha sido la frase más utilizada para describir esta situación por las agencias de noticias y los medios de comunicación. "También existe la posibilidad de que el libro sea tan aburrido que se necesiten 100 años para leerlo", ironiza Rentala, quien encarna con su contento otra frase de uso masivo: "Nunca es tarde si la dicha es buena".

La dicha, en todo caso, se divulgó al orbe en la página web de la biblioteca y de allí rebotó al mundo. En sus correos, Rentala precisa que Lumo tiene una especie de caja donde las personas que llegan en horarios fuera de atención pueden depositar los libros que les han sido prestados. Allí fue donde se encontró la centenaria edición.

"El libro se encuentra en buen estado. Ha estado en buenos brazos. Vamos a organizar una exhibición para que todos los habitantes de Korso puedan ver el famoso libro. Es una memoria de los viejos tiempos", añade.

Minna Saastamoinen, trabajadora de la biblioteca, es otra de las personas que ha compartido su asombro. "No sabemos exactamente cuándo fue prestado ni quién lo devolvió. No había documentos con él", ha dicho.

En el volumen había una vieja etiqueta pegada en la que se precisa que se debía pagar 10 peniques [0,01 euros] "por semana de retraso en la entrega". Calculadora en mano, eso significa que la multa por tamaña falta de memoria (o desidia) llegaría --sin inflaciones ni actualizaciones monetarias-- a 83 euros contantes y sonantes.

DUDAS RAZONABLES


A pesar de la entusiasta revuelta que se ha producido, no faltan quienes se muestran más bien cautos a la hora de manejar el calendario. Uno de ellos es el periodista Jouni Vilermo, quien escribió un reportaje sobre esta historia en el diario "Iltalehti" y que también ha hecho un seguimiento sobre la repercusión que este curioso hecho ha tenido en distintas latitudes y longitudes.

"Es presumible que el libro no haya sido prestado ni en 1902 ni el año siguiente. Sin embargo, sí es probable que haya estado fuera al menos 60 o 70 años", nos contó, también por correo electrónico. ¿Pero en qué basa Vilermo su marcado escepticismo?

Él recuerda que hacia comienzos del siglo pasado Korso solo era un remoto lugar en el gran ducado de Rusia (Finlandia no era un país independiente) , por lo que los registros de la vida cotidiana de entonces son casi inexistentes.

Es más, la biblioteca Lumo tampoco había sido creada. Esta es en realidad una filial de la biblioteca Korso, que funciona desde los años 50 y que carece de fichas de los textos prestados las décadas previas.

Según Anna-Mari Rantala, antaño eran contadas las pequeñas bibliotecas que funcionaban, las cuales prestaban sus joyas a escuelas o casas privadas; también se usaba un sistema de carruaje jalado por caballos con cajas que iba de villa en villa. Ella piensa que el texto debió salir de un hogar.

Quizá esta hipótesis se aproxime más a la realidad: el volumen de "Vartija" pudo ser impreso en 1902, pero no necesariamente se extravió ese año. Ello no es óbice, empero, para que Lumo y sus trabajadores, y Korso y sus habitantes, hayan sido materia de comentarios en múltiples lenguas. Eso solo basta para que (esta vez) la larga espera haya tenido un final feliz.

LAS CIFRAS


4900 bibliotecas tiene Finlandia, país donde viven 5,3 millones de personas.
411 veces visitó cada finlandés una biblioteca en promedio el 2006.
420 libros pidió prestado cada finlandés en promedio el 2006.